predicación (en el sentido de que sea clara e inconfundible en el púlpito) es algo que se puede conseguir. Una vez lo vemos como un objetivo al que apuntar, se convierte en una meta que podemos alcanzar, un paso en la dirección correcta para ser un predicador aceptable. Además, hemos de tener en cuenta algo más. Otro tipo de sermón que “pierde” a sus oyentes es el ensayo escrito más o menos leído desde el púlpito. Mi primer ministro senior solía subir al púlpito con un
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